A la vejez viruelas

En mi familia Febrero es el mes de los cumpleaños. En nuestro entorno cercano celebran su llegada al mundo 12 personas, que no es poco... Es lo que tiene mayo y junio, sus días largos, el buen tiempo, las ropas ligeras... La cuestión es que este fin de semana también teníamos conmemoración y la vivimos en nuestro patio de juegos particular, desafiando a las condiciones climatológicas y comprobando que nuestro pequeño txiki park nos plantea retos, esperemos, a medio plazo....
Vías que se nos hacen eternas, con mil pasos y otras tantas fórmulas y maneras de resolverlos.... en las que el momento de gravedad cero es el propicio para sacar, con garra, la mano hacia arriba siempre hacia arriba. Bandeándonos, eso sí, de izquierda a derecha y viceversa.
Rebotes, cruces sobre regletas, laterales, invertidos y triceps... Todo un concierto de sumas, donde las restas brillan por su ausencia y donde rompemos con reglas tan elementales como que dos y dos son cuatro. A veces esta operación nos puede sorprender con hasta dos dígitos.
Seguro que me entendeis si ampliais la siguiente foto y comprobais lo pequeños que se nos ve.

Seguro que a alguno de vosotros se os ha escapado un silbido diciendo: !!!menudo planchón!!!. Pues sí....M E N U D O    P L A N C H O N. Os aseguro que se deja disfrutar. Nosotros nos volvimos a casa con las ganas de volver.

No es para menos por que aquí cada uno tiene su dosis de adrenalina.

Si os hace una visita, pues ya sabeis lo que tenéis que hacer. Nosotros, como la mafia, hacemos nuestra la máxima "la familia unida jamás será vencida" y os dirigimos en estos recorridos de sal y pimienta.