...Y nadie sabe cómo ha sido. Este país de contrastes en el que vivimos se ha convertido es una especie de "tíovivo climático". Lo mismo estamos bailando al ritmo de unos aguaceros, que nada tienen que envidiar a los copiosos monzones, que los termómetros se disparan hasta los 30 grados. Como ha ocurrido este fin de semana, en que los wasaps y los sms circulaban con mensajes del tipo "vamos a la sombra, que al sol nos achicharramos".
Olía a verano, a sol, a fiesta, a felicidad. No era para menos después de meses y meses bajo la lluvia,el frío, la nieve y no exagero... Pero el refranero que es muy sabio, lo expresa mejor que yo: tras la tempestad viene la calma. Así se nos ha ido un fin de semana en el que el sol era bienvenido, era agasajado y aclamado. Ya llegará el momento en el que reneguemos de él, en el que lo injuriemos y denostemos, pero estos días nos da la vida, nos llena de energía y nos insufla de nuevo de ganas por atarnos a la cuerda y subirnos a la vertical, tras una extensa sequía de cuerda, sequía de roca, sequía vertical, todo ello en sentido figurado porque en lo que a la meteo se refiere ha sido directamente proporcional a los metros cúbicos recogidos en nuestros territorios.
Salíamos a la calle directos a devorarlo todo kilómetros de carretera, metros de roca... Cualquier cosa con tal de sentir el placer de escalar.
Nos decantamos por un nuevo proyecto, que dará mucho que hablar, pues atesora, una escalada técnica, resistente, "graciosa". Lo tiene todo vamos. Acumula diversión en sus 30 metros de recorrido. Así que, en ella intentamos saciar nuestra sed de escalada. La dejamos para una próxima ocasión que seguro será de nuevo cercana.
Acabamos en la playa, dándonos un chapuzón. El agua como un témpano, pero para eso hemos dado un cursillo acelerado de cómo no morir de hipotermia en las piscinas municipales del pueblo, donde nuestro encuentro matutino diario está convirtiendo en escamas nuestra piel.
Por cierto, ahora y si has llegado hasta aquí, voy a apelar a tu corazón generoso.Ya sabes que equipamos, pues se nos están agotando los recursos. Así pues si tienes una cuerda que tras mucho usar y cortar se ha quedado en 15, 20 ó 25 metros... y ya no la usas para escalar, y ni sirven para atar a una vaca, a nosotros nos harías un gran favor por esa donación desinteresada. Si además lo acompañas de esos expreses viejos, que tienes en el camarote y que no sirven ya ni para llevar llaves... te dejaremos participar en la elección del nombre de la futura ruta. Es una especie de crowfounding con dos equipadores compulsivos... En fin alma caritativa si tienes algo que ya no está para usar, nosotros te lo recogemos gustosamente.
Ya el domingo y con el anuncio de calor plomizo nos decantamos por caminar y conocer destinos cercanos, pero que parecen lejanos.
No es para menos, si es que al abrigo del Anboto y del Udalaitz cualquier cosa es hermosa.
Ahora tan sólo esperamos al próximo fin de semana, que parece que también traerá sol, para seguir disfrutando de esta ventana de buen tiempo como sabemos hacer, escalando o ¿¿hay más cosas en esta vida??.
lunes, 15 de abril de 2013
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