lunes, 20 de febrero de 2012

Vitamina pa´los pollos

Cuando era niña el médico me recomendó tomar el sol. "Activa la vitamina D y es lo que necesitas", dijo el galeno enviándome una buena temporada a Gorliz, donde durante unos meses vestí un monísimo traje de cuadritos rojos y blancos. Yo no me acuerdo, pero de ello dejan constancia unas evocadoras fotografías, en las que me reconozco de pequeña, pero a las que les he ganado en años y canas, pero no en ganas de tomar el sol. El sábado habían anunciado que el astro rey iba a salir de su ostracismo y nos iba a regalar la mejor de sus caras. Ultimamente, ver el mapa del tiempo era deprimente, nieve, frío, lluvia... Sí, sí, ya sé que es lo que toca, pero no por ello es menos triste. Me estaba enmoheciendo y la sola idea de que venía "bueno" se me antojaba terriblemente apetecible.
Pusimos rumbo a las paredes que tanto nos gustan. Regresamos a la casa del padre. Nos recibe el Anboto, vestido de blanco impoluto, como una novia hermosa pero distante. Después llegamos al valle. Sorpresivamente, con este magnífico día no hay nadie. Quizá todos habían sido más listos y habían emigrado a otros destinos también soleados, pero más secos, porque Araotz destilaba agua por los cuatro costados. Pero eso no iba a ser impedimento para que me calzara los gatos. "Necesito escalar, que se me va a olvidar hacerme el ocho. Como si estamos haciendo una única vía todo el día", dije convencida.
Dicho y hecho. Nos apostamos debajo de Limonada y le dimos cinco o seis series, una tras otra, sintiendo el sol a nuestras espaldas. Escalamos en tirantes e incluso, en ocasiones, el sol "picaba", pero, qué es eso "para los chicos de la conti" como nos definió Tito, que se dejó caer también por estos lares, acompañado de Ibon. Ambos se midieron con una gran bestia negra de la escuela, de la que seguro dan buena cuenta este año, porque me consta que se están poniendo fuertes, muy fuertes. Ellos marcharon y nosotros aún seguimos escalando un poco más en la tónica de los últimos tiempos: contando movimientos, pero contentos de que esta vez fuera al aire libre, en el silencio de nuestro valle.
Las fotos son de Ibon Arteaga, que a mí se me olvidó la cámara y él quiso dejar constancia de que no era leyenda urbana. Era cierto, que el cielo es azul.Su solo recuerdo nos insufla de energía y motivación para regresar a las presitas de colores, pensando en ponernos fuertes y acabar con nuestras cuentas pendientes.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Marublok

A pesar del frío, de las inclemencias meteorológicas en forma de nieve, granizo o lluvia, haciendo frente a la desmotivación, aunando fuerzas para cuando vayamos a la roca, soñando con nuevos destinos, acumulando para tiempos venideros... el equipo Marublok está a pleno rendimiento. No falta ni sobra nadie, entrenamos en familia, acompañados de nuestros retoños, a quienes no les queda otra que "sufrir" panel. Pequeños ejemplos de, quién sabe si futuros escaladores.A algunos esto de la verticalidad les ha robado el corazón y llevan sus propios gatos... otros prefieren los coches, de los que también tenemos una buena colección. Sea como fuere, este invierno nos acompaña el Sr. Chino, al que le hemos acogido con mucho gusto. No pensé yo que estos "chismes" fueran realmente tan efectivos. La cuestión es que, cuando menos, nos hacen la vida más agradable. Así entre risas y veras, vamos acumulando movimientos. Según en qué días cuento y sumo hasta 920, Dios, !!qué dolor!!. Pero todo sea por los proyectos a los que nos queremos enfrentar este año, que no son otros que los pendientes del año pasado, que !!!qué poco escalamos chico!!!. Remotivándonos.Hoy vuelve a nevar, pero sacaremos fuerzas de flaqueza y regresaremos por nuestros fueros, pues llegado este punto, tampoco sabemos hacer otra cosa. Para muestra un botón: los tres mosqueteros.

domingo, 5 de febrero de 2012

Otros mundos, otras realidades: FBF

Esta semana he vuelto a recordar la suerte que tengo de haber nacido, donde lo he hecho. Dos mil kilómetros más al Sur o al Este me hubieran deparado una vida bien diferente. Es cierto, que no descubro América con este pensamiento, pero de vez en cuando es bueno que alguien te lo recuerde, para así, entender dóndes estamos y dejar de quejarnos y olvidarnos de tanta tontería.La cuestión es que esta semana, la Fundación Félix Iñurrategi-Baltistán se ha pasado por Mungia para dar a conocer sus últimos proyectos y cómo trabaja esta ONG, destinada a devolver muy poco de lo que recibimos los montañeros vascos que vamos al Karakorum.
Su objetivo pasa por incentivar el desarrollo integral del valle de Hushé, promoviendo los valores humanos y respetando sus decisiones, bajo el lema “Los ochomiles son más que piedras y nieve”. La situación allí es realmente dura. Las temperaturas pueden rondar los -30 grados en invierno. Me río yo del temporal siberiano que hemos sufrido estos días atrás. La esperanza de vida no supera los 56 años, la mortandad infantil de las más elevadas del planeta, las defunciones entre las parturientas incontables. Unos datos terribles, escalofriantes... Nos lo contaron Txema Cámara, coordinador y Saioa Martín, responsable de género.Si quieres conocerles no tienes más que visitar la exposición que tienen en Torrebillela, Mungia, hasta el próximo 13 de febrero, con el título “La montaña, vínculo solidaridad”.
En ella podrás ver fotos de gran formato, en las que aparecen las gentes y los entornos de este mágico valle, situado cerca de los 3.000 metros de altitud, en las faldas de la cordillera del Karakorum. Son imágenes que intentan reflejar la situación extrema en la que viven, pero en la que los habitantes de Hushé nunca pierden la sonrisa.También puedes conocerles a través de su completísima web http://www.felix-baltistan.org. Desde aquí mi apoyo más sincero a su trabajo.