lunes, 17 de mayo de 2010

Nos cambiamos de casa

Ya os había comentado que la llegada de Koldo había supuesto grandes cambios y reajustes en nuestra vida no??. Uno de ellos ha sido el cambio de casa rodante. Hacía tiempo que estabamos pensando en ello, pero su aterrizaje aceleró el proceso. Lo cierto es que Pablo llevaba ya tiempo diciendo aquello de "Estas son mis últimas vacaciones en la furgo, que acabo doblado..." Y es que montar y desmontar cada noche y cada mañana la cama, no poder disfrutar de un poco de espacio, estar siempre "encanijados", le estaba pasando factura. Y eso que teníamos una vw california.
No miento si digo que se me saltó alguna que otra lágrima cuando vendimos la furgo, pues habían sido 10 años de viajes, de risas, de enfados y de encadenes a bordo de ella. Pero ante la sola idea de que finalmente Pablo hiciera realidad sus amenazas, me puse manos a la obra y busqué un nuevo vehículo que se ajustara a nuestras posibilidades y sobre todo a nuestras nuevas necesidades. Nos decantamos por una capuchina con dos literas. Una de ellas, la más baja, la hemos hipotecado en favor de duplicar la capacidad del garaje que nos permite llevar las mochilas, el crashpad, cuerdas de repuesto... y todo aquello que os podáis imaginar, que ahora con el enano es mucho. La segunda litera estaba destinada a K, pero de momento no la ha estrenado, porque sigue durmiendo con nosotros. El cambio ha sido trascendental. Es cierto que nunca antes nada nos había frenado a la hora de salir, pero ahora mucho menos. La meteo es lo único que nos condiciona buscando uno u otro destino, dependiendo de cómo esté la nube. La estrenamos yendo a Frankenjura, ya os contaré cómo fue el viaje .Con ella nos hemos movido durante todo el invierno y esta primavera por la geografía peninsular buscando el sol y buenos sectores que escalar y lo que nos queda.


No hay comentarios:

Publicar un comentario