La cuestión es que me encantaron las conversaciones de los dos maestros a pie de vía sobre la electrolisis, las corrientes galvánicas, la podredumbre que asola a muchos seguros, el debate químicos sí químicos no... Incluso me encantaron esas exposiciones sobre lo políticamente correcto, la necesidad del saber estar, el saber callarse a tiempo.. Ya lo dice el dicho "en boca cerrada no entran moscas".
Pero vayamos al grano. Hace ya unos meses, nos interesamos por una línea a medio equipar entre Simbad y Belle Epoque. Visto que no había problema, preparamos de nuevo los aperos de equipar... Taladro, baterías, llaves, expreses.... una lista infinita que hunde tanto nuestros hombros, que parecen querer juntarse con los tobillos. Afortunadamente no tenemos que llevar lo de escalar. El maestro Mulas y Sherpa se encargan de eso. Unos se afanan en limpiar y taladrar, otros nos dedicamos a acumular metros en los antebrazos, aquejados de unos persistentes dolores fruto de mil batallas, mientras otros van asomando la cabeza, convalecientes aún de una terrible neumonía.
Dejamos huella en todas las líneas de la placa, que de nuevo doblegamos el domingo, porque ahora sólo tenemos que restablecernos. Junio está demasiado lejos, para sprintar y pero demasiado cerca para una maratón. Te escucho maestro.
Sobre la nueva ruta.... Habrá que esperar para encadenarla, pero no será fácil precisamente. Creo yo, pero como en todo, seguro me equivoco.
¿¿¿A vosotros qué....os gusta el nombre???.
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