Hoy ya lo añoro, por que hace "fresco" en "casa". Pero este fin de semana hemos sentido el mazazo del sol en todo su esplendor. Teníamos tantas ganas de escalar, que la sóla visión de unas buenas placas bajo el astro rey, se nos hacía un plan fantástico. ¿Qué mejor que pasar este primer fin de semana del año haciendo lo que nos gusta y hacerlo al solete?.
Así que ni cortos ni perezosos ponemos rumbo a Anguiano. Nos decantamos por escuela riojana, de nuevo cuño (((unos cuatro o cinco años)), por poseer unas líneas magistrales, sobre una roca caliza de belleza inconmesurable: grises, naranjas, amarillos e incluso ocres sobre los que brillan las chapas de su centenar y medio de vías.
Una escuela para el más duro invierno. Apuntadlo en negrita, porque, en otra época, vuestro sueño se puede convertir en una auténtica pesadilla. A las nueve y media de la mañana ya le está dando el sol y para las diez ya había gente en la pared.
!!!Vamos, vamos, que se nos pasa el día!!!, decimos. Corremos porque nos apetece estar arriba luchando contra la gravedad. ¿Contra la gravedad, sería mejor decir contra la insolación?. Me paso el fin de semana sin quitarme este gorro, tan poco fashion que veis en la foto. Pero es que, el sábado casi me da un mal del sofoco que me agarré. Afortunadamente en mi mochila cabe de todo, desde la guía, el botiquín, los expreses, a un gorro olvidado del verano. Es como el cofre del tesoro. Preguntad, por que seguro que tengo lo que os hace falta.
Los viejos del lugar me advierten el domingo por la mañana que, el día va a ser similar que la jornada precedente. Como si fueran Maldonado aciertan de cabo a rabo. Escalamos, porque ya, a estas alturas de la vida, no sabemos hacer otra cosa, pero cada vez que intento calzarme los gatos veo las estrellas. Tengo los pies hinchados por el calor y en estas vías de adherencia, donde los pies juegan un papel tan fundamental, acabo muerta.
Como resumen de ambas jornadas. Escalamos en el sector cornisa y en el sector la iglesia. Las rutas nos parecen increíblemente buenas. Conti y más conti, pasos y más pasos, kilometros de adherencias, metros de esquistos esquisitos. Las vías pueden oscilar entre los 28 y los 35 metros, que, en ocasiones y según la presión bárica sobre los pies, se nos hacen interminables.
Como siempre el que me mejor se lo pasa es K... que cada día escala un largo "superpolita" (((superbonito)), como atina a definir, como un calco de los mayores.
Con el sol poniendose en el horizonte emprendemos el regreso. Con la promesa que le hacemos al morenito de volver no tardando mucho, aunque ya no sé si quiero, las placas al sol o a la sombra, visto el calor soportado.
Por cierto, información de la escuela la encontraréis en la segunda edición de la Guía de Escalada en La Rioja. Las actualizaciones de la misma están en el bar La Herradura, en el pueblo. Si queréis más detalles, poneros en contacto con Diego Pellejero de El Panel Logroño. Gracias Diego por la tarea. Muy bueno todo lo que hicimos aunque, en ocasiones, en vez de abrírsenos las manos lo hicieran los pies.
lunes, 7 de enero de 2013
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