Ya sabéis que el nombre de una vía siempre tiene una historia detrás y en este caso, el de ésta no podía ser menos interesante. Si me permitís os cuento el por qué de ambos nombres, si no ya sabéis cambiar de canal o, en este caso, de blog.
El sábado en una jornada más que ventosa se avanzó en el equipamiento de la rutita, de la que ya os adelanto es "muy, muy guapa". Un trabajo ardúo, pero satisfactorio, porque cuando nos bajamos de la pared nos quedó el sabor de boca de lo bien hecho. Tan contentos estábamos que cuando fuimos a por el coche decidimos dejar la mochila en el camino de acceso al sector, con la intención de recoger la mochila al paso del mismo. Sin embargo, la emoción del momento por la tarea bien hecha nos despistó y nos olvidamos la mochila.
La mala fortuna, bueno sigo esperanzada en que la historia dé un giro de 180º, la mala fortuna, digo, vino después, cuando al regreso a por la mochila, ésta había desaparecido como si no hubiera existido nunca.
Pudo ser cualquiera, un montañero, un visitante, un escalador, un turista, un vecino... cualquiera pudo ser... La cuestión es que a nosotros nos ha hecho la Pascua, antes de tiempo claro, aunque dadas las fechas que son apelo al "encontrador" a que la devuelva, haciendo gala de su espíritu navideño.
Os cuento lo que contenía: taladro dewaltt, el que aparece en la foto, dos baterías, ambas nuevas, arnés, recién estrenado, gatos, pato, grillo, expreses, mosquetones de seguridad, martillo y llave (((los de la foto))) sierra, tijeras de podar, azada, gancho, brocas, tubos de soplar, algún parabolt y alguna cosa que me dejo..... Que desastre!!!!!!!.
En fin, podremos acabar la vía, porque ya no le faltaba nada. Ahora bien, para desgracia nuestra, tendremos que esperar un tiempo, en volver a equipar, pues no podemos permitirnos reponer todo lo "extraviado".
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