El "antitodo"

Así hemos bautizado a una prenda multiusos que nos facilita las cosas a la hora de pensar en qué ropa llevar a la pared para K.
Lo vimos en Frankenjura. Tras una tormenta, de esas que sólo caen en esas latitudes, la base de la pared estaba empapada. Eso no pareció importarles a una pareja de finlandeses con dos niños. El más pequeño de unos 19 meses. Precisamente a este le pusieron el peto del que hoy os hablaré y con él se pasó la tarde gateando como una gacela y es que el nene era más rápido que el viento. La cuestión es que cuando se lo ví, pensé eso mismo haré yo con K. Un buzo antitodo, antihumedad, antipolvo, antibarro, antisuciedad en general. Además quita el viento y por lo tanto abriga.
El manual de instrucciones no tiene dificultad alguna, Se lo pones por los pies encima de la ropa y voilà ya tienes al niño listo para que corretee a sus anchas, sin temor a que la ropa se le humedezca si hay humedad, a que se manche.

Puede hacer incluso de babero.

Gracias a él, tendréis solucionado el tema ropa. Es verdad que siempre hay que llevar un recambio, por si hay "escapes", pero no hay que portear trescientos pantalones y trescientas camisetas y miles de prendas más por el "por si acaso". Con ello la mochila reduce volumen y sobre todo peso. Y él está genial, como siempre haciendo el indio.

Por cierto, aunque parezca mentira estas fotos son de este domingo 15 de agosto. No pasamos de los 17 grados y viento de norte. ¿¿Dónde está el verano??. Se ha olvidado de nosotros.