Cada día amanece un par de minutos antes y anochece uno o dos más tarde. La meteo parece un poco más estable. POR FIN. Después de cerca de un mes sin tocar roca, enmohecidos por la lluvia, la nieve, el viento... tenemos completamente interiorizados ya conceptos, hasta ahora lejanos, como son los avisos amarillos, las alertas naranjas o las rojas... Necesitamos del sol, necesitamos sentir de nuevo el tacto rugoso y duro de la roca, necesitamos caernos, volar, disfrutar. Un juego del que nunca nos cansamos.
Este fin de semana, con un pronóstico favorable, encadenamos dos días consecutivos de sol y brisa. No me lo puedo creer. Pero si estamos escalando y a vista y encima cerca de casa... ESTO ES UN LUJAZO.
La oportunidad nos la da un sectorcito que nunca habíamos visitado: Katea. Un muro ubicado en el barrio, de este mismo nombre, en el Valle de Karrantza, en la mismísima muga entre Bizkaia y Cantabria. Un lugar exótico con dos gigantescos puentes de roca, que nos permiten mirar más allá.
El crokis nos lo dibuja José Alberto. Él, Oscar y los compañeros cantábros han sumado unas cuantas líneas más a las que, desde 2008, abrieran Arizio, Kapi, Bosnio, Bittor, Imanol y Kongi.
Nos hablan tan bien de Katea que, tras pasar por Ramales, nos dejamos caer por allí. Acceso cómodo y agradable, que no nos lleva más de cinco minutos y que nos permite disfrutar de un entorno fantástico para llegar a pie de pared... donde se nos ponen los dientes largos.
Queremos hacer esta y esa, aquella y la de más allá, la que está a la vuelta de la esquina y la que está al principio. Queremos hacerlas todas. !!!Qué ganas de escalar!!!. !!!Qué ganas de meternos en harina, sin saber qué nos deparará esta roca, para nosotros inexplorada!!!... Nos emocionamos tanto que, desde abajo, cómo no, encadenamos todo.
Rutas que rondan los 20 metros. Con grados entre el 6b y el 8b, con predomio de las rutas de séptimo grado. Vías físicas, desplomadas, de bloqueos largos, pies de escasa adherencia y con algún que otro "bloquecito gracioso". Me encanta, me encanta... Pero no se lo digas a nadie.
Pensé que se me había olvidado hacer el ocho. Pero no, me sale natural, de nuevo casi sin pensar... Escalamos compulsivamente o bueno lo que podemos. Se nos hace corto. Olía a verano, a encadenes, a luchas contra los miedos personales, a visiones de un futuro no muy lejano...
Espero que esto no haya sido un espejismo y que podamos volver a sentir toda esta magia en menos de una semana...
Los crokis los publicó Kapi en su blog
kapibloga
Faltan vías pero, a expensas, de que los equipadores me permitan publicar las novedades, yo ahí lo dejo.
La despedida de mis chicos que se lo pasaron estupendamente al solete y que prometieron volver.
Por supuesto, yo también.
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